protexemos a nenas, nenos e adolescentes en risco

La protección de la infancia en situación de riesgo o desamparo motiva, en muchos casos, la asunción de la tutela o de la guarda por parte de la Administración. Las leyes establecen, en general, la prioridad del acogimiento familiar sobre el residencial, basándose en el interés superior de esos niños y niñas, que incluye su derecho a vivir y crecer en un entorno familiar adecuado y libre de violencia.

Sin embargo, la realidad nos muestra que actualmente no existen alternativas familiares para todos los niños y niñas, y un alto número de ellos permanece en centros residenciales (aproximadamente el 50 % de las situaciones de tutela y guarda).

Entre ellos, las casas de familia ofrecen, además, un marco educativo normalizador e integrador adaptado a la realidad de los niños y niñas: núcleos de convivencia más pequeños, plenamente integrados en la comunidad y con una atención más personalizada.

casas de familia

Las Casas de Familia Faiben son viviendas normalizadas, plenamente integradas en la comunidad, en las que los niños y niñas conviven con las personas educadoras, intentando reproducir un modelo familiar con un referente adulto estable y experiencias positivas.

En nuestras Casas, los niños y niñas encuentran un entorno seguro, un clima de protección afectiva y un espacio acogedor en el que vivir temporalmente, donde se valora la relación personal con cada niña, niño y adolescente como única, valiosa y duradera.

Faiben dispone de tres casas de familia (dos en Vigo y una en Ribeira), que cuentan con ocho plazas residenciales cada una. Dos de las casas disponen, además, de dos plazas de atención diurna para aquellos niños y niñas con medidas de apoyo familiar.

El objetivo de las Casas de Familia de Faiben es contribuir a lograr soluciones estables y protectoras para los niños y niñas en el menor tiempo posible, por lo que también se trabaja directamente con las familias y en red con otros agentes sociales.

En las casas de familia se desarrollan planes de trabajo individualizados que cubren las necesidades básicas de los niños y niñas: tanto las residenciales como las de alimentación, salud, escolares y, sobre todo, emocionales.


En la intervención tiene especial relevancia el apoyo psicosocial a los niños y niñas, la promoción de su autonomía personal progresiva y su participación, así como el trabajo con las familias, con el fin de proporcionarles pautas de crianza y de atención adecuadas, adaptadas a cada situación concreta.